No había hecho antes un tipo de sesión como la que presento hoy. Hace unas semanas me hicieron un encargo para fotografiar tres salones de belleza, lo cual representaba un campo casi totalmente nuevo para mí y un reto personal para entregar un trabajo de calidad. La verdad es que los locales están muy bien y ofrecen un gran escenario para la fotografía de interiores. Según mis informaciones, sus servicios también están a la altura del esmero que se refleja en las fotos. Más en rosagomez.es.
Este tipo de imágenes requiere una técnica especialmente dedicada que he tenido que investigar por mi cuenta. Menos mal que existe Internet... Hay carísimas lentes móviles descentrables, que se emplean para corregir la perspectiva y el paralaje, y otras de gran angular que son igualmente costosas, aunque por el momento yo no puedo permitirme tenerlas. Así que hay que echar mano del bendito Photoshop para no destrozar el bolsillo, pero los resultados pueden ser muy decentes. De hecho, imagino que una gran parte de los profesionales lo hace de esta forma.
He usado HDR, que en este caso viene especialmente bien, y a veces tomas panorámicas para suplir la falta de un súper gran angular. El que tengo es un Canon 17-40mm f4 L, que no está nada mal, pero en alguna ocasión el espacio es demasiado limitado y hace falta ese extra de amplitud que se consigue uniendo tomas contiguas.
Y, para ser la primera vez, estoy muy satisfecho con el trabajo.
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